3.12.12

Te quise tanto tiempo, lloré tanto por vos, te amé en tus peores momentos y en los mejores también. Dí todo de mi con el fin de lograr hacerte feliz,  y vos nunca pudiste darme nada de lo que necesitaba. Pero no te podía obligar a sentir algo por mi; así fue como me fui alejando de a poco y como pude. Me costó más de lo que pensé, no se me había ocurrido nunca ni en mis sueños más locos dejar de pensar en vos. Costó entender que me querías como un amigo, me dolió ver como te enamorabas de a poco en una de mis amigas, sufrí como nunca antes lo había hecho. Pero me propuse olvidarte y pensar en un mañana y logré distanciarme de vos un tiempo y conocer otras personas. Así fue como lo conocí a él, me dejé llevar y logre la felicidad que tanto buscaba. Se convirtió en lo primero que pienso cuando me despierto y en lo último al dormirme, lo que más me importa. Prometió estar siempre en los mejores momentos y en los peores también. ¿La diferencia entre vos y él? Lo que doy, lo recibo de igual manera, él me da todo sin dar nada a cambio. ¿Otra diferencia? se fijo en mis sentimientos y no en mi cuerpo.